Next to Him by Marian Herrera

autor:Marian Herrera
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788417589875
editor: Nova Casa Editorial
publicado: 2019-05-08T00:00:00+00:00

N Madeline N

Capítulo XIV

Añoro pasar el resto de mi vida contigo,

porque solo en tus brazos me encuentro verdaderamente feliz.

—No sé si me permitirás dormir contigo o lo harás sola.

'¿Estás bien?', deseo preguntarle desesperadamente, aunque ya sé la respuesta. Se mantuvo demasiado callado de camino, con el cuerpo tenso y una tristeza tan fuerte que el aura dentro del auto se volvió negra. Ahora estamos frente al pasillo que da a las habitaciones y la voz de Maximilian se encuentra anormalmente apagada, con sus ojos mirando hacia todas partes en el suelo, esquivando los míos.

—Sola, si no te molesta —murmuro porque sé que quiere estar solo también y enfrentar las cosas a su manera.

—Te traeré algo para que puedas cambiarte. —Cuando no insiste en que duerma con él y se da la vuelta con los hombros caídos, entiendo cuánto le ha afectado lo de su hermano—. Encarecidamente tengo que pedirte que no vayas a dormir todavía. Sé la hora que es y lo destrozada que debes estar, pero voy a localizar a Ashton y lo traeré aquí, porque nos debe una jodida explicación a los dos. Quiero que nos dé la cara, Madeline.

—No es necesario —jadeo.

—¡Y una jodida mierda! ¡Es su maldita culpa, y la mía también por haber confiado en él! ¡Quiero una explicación lo suficientemente buena para detenerme y no destrozarle la cara a golpes! —Aprieta los puños, tratando de recobrar el control—. No te duermas. —Se da la vuelta y comienza a alejarse, pero sus palabras siguen siendo audibles, y su tono dolido lo es más—: Jodidamente me dirá por qué no protegió lo único valioso que le he encargado en toda mi vida.

Sus palabras golpean mi corazón como un bate y se detiene, luego comienza a latir con demasiada prisa, como si él también quisiera correr. Sé que, si Andrew levantara la mirada del suelo y me enfrentara antes de marcharse, notaría el temor y el pánico que su afirmación me ha causado. Pero gracias a Dios no lo hace y yo puedo clavarme las uñas en la palma de la mano mientras trato de controlar mi corazón y aparentar normalidad, aunque tiemble por dentro.

¿Cómo demonios voy a evitar que haga esto? No puedo enfrentar a Ashton sin derrumbarme, no cuando apenas han pasado unas horas y desde lo más profundo de mi corazón deseo no verlo nunca más en el tiempo que me quede de vida.

Maximilian regresa con una camisa floja, un bóxer, uno de sus pantalones para hacer deporte y me acompaña a la primera habitación del pasillo.

—Esta es tu habitación.

—Puedes dormir en ella. Yo dormiré en una de invitados, y, por favor, no hagas una pelea por esto. —Aspira lentamente una bocanada de aire—. Necesito resolver el asunto de Ashton ya, y mañana por la mañana me dirás exactamente qué pasó, qué recuerdas. Te daré uno de mis teléfonos y estableceremos las medidas necesarias para que estés segura de verdad.

Abre la puerta y me deja entrar primero, lo que hago totalmente aturdida por su retahíla, pero cuando doy tres pasos dentro me quedo fría y dejo caer las prendas al suelo.

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